X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]

- Pero nosotros no nos recreamos en la venganza... la venganza sigue perteneciendo
al Se�or. Jam�s te enviar�a contra el Inquisidor creyendo que pod�as regocijarte
personalmente de ello. Nosotros no tentamos a un hombre con el pecado como cebo. Lo
que hacemos, lo que estamos haciendo, es emprender una operación militar calculada en
una guerra que ya ha comenzado. Un hombre clave es a menudo m�s valioso que un
regimiento; elegimos a ese hombre clave y lo eliminamos. El obispo de una diócesis
puede ser este hombre; el obispo del Estado adyacente puede ser tan sólo un chapucero,
sostenido por el sistema. Matamos al primero, y dejamos al segundo donde est�.
Gradualmente vamos eliminando sus mejores cerebros. Ahora... - se inclinó hacia m� -,
�te gustar�a un trabajo relacionado con esos hombres claves? Es un trabajo muy
importante.
Ten�a la impresión de que, en aquel asunto, hab�a alguien que me estaba enfrentando
constantemente a los hechos, en lugar de permitirme esquivar los hechos desagradables
de la forma en que la mayor parte de la gente consigue hacerlo a lo largo de sus vidas.
�Podr�a soportar una tal misión? �Pod�a rechazarla, puesto que el Maestro Peter hab�a
dado a entender que tales asesinos eran voluntarios, rechazarla e intentar ignorar dentro
de mi corazón que se estaba produciendo y que deb�a disculparla?
El Maestro Peter estaba en lo cierto; el hombre que compra la carne es hermano del
carnicero. Eso eran escr�pulos, no moral... como el hombre que aprueba la pena capital
pero es demasiado �bueno� como para tirar �l mismo de la cuerda o manejar el hacha.
Como la persona que considera la guerra inevitable y en ciertas circunstancias moral,
pero evita el servicio militar porque no le gusta el simple pensamiento de matar.
Ni�os emocionales, imb�ciles �ticos... la mano izquierda debe saber lo que hace la
derecha, y el corazón es responsable de ambas. Respond� casi inmediatamente:
- Maestro Peter, estoy dispuesto a servir... de la forma en que mejor considere la
hermandad.
- �Buen chico! - Se relajó un poco, y continuó -: Entre nosotros, es el trabajo que
ofrezco a todos los nuevos reclutas cuando no estoy seguro de que comprenden que no
se trata de un juego de pelota, sino de una causa a la que se deben dedicar sin ninguna
reserva... a la que deben dedicar su vida, su fortuna, su sagrado honor. No tenemos lugar
para el hombre que desea dar órdenes pero no aceptarlas.
Me sent� aliviado.
- Entonces, �no hablaba en serio cuando me ofrec�a el trabajo de asesino?
- �Eh? Normalmente no; pocos hombres son aptos para ello. Pero en tu caso s�
hablaba en serio, porque sabemos que posees una cualidad indispensable y no muy
com�n.
Intent� pensar qu� era tan especial en m�, y no consegu� descubrir nada.
- �Se�or?
- Bueno, finalmente ser�s atrapado, por supuesto. A tres de cada siete misiones de
asesinato cumplidas les est� ocurriendo... un buen promedio, pero debemos mejorarlo
porque andamos escasos de hombres. Pero contigo sabemos que cuando te atrapen y te
pongan bajo Interrogación, no te derrumbar�s.
Mi rostro debió reflejar mis sentimientos. �La Investigación? �De nuevo? A�n estaba
medio muerto de la primera vez. El Maestro Peter dijo amablemente:
- Naturalmente, no tendr�s que pasar otra vez por todo esto. Siempre protegemos a los
asesinos; lo arreglamos de tal modo que puedan suicidarse f�cilmente. No tienes que
preocuparte.
Cr�anme, habiendo pasado una vez por la Investigación, aquella seguridad no me
pareció cruel, sino m�s bien reconfortante.
- �Cómo, se�or?
- �Eh? Oh, hay una docena de formas distintas. Nuestros cirujanos pueden prepararte
un dispositivo explosivo que te permita morir por mucho que te aten. Existe tambi�n el
diente hueco, desde luego, con cianuro o algo as�... pero los investigadores se van dando
cuenta de ello; a veces les abren e inmovilizan la boca.
Pero hay muchas otras formas. Por ejemplo... - abrió los brazos y los echó hacia atr�s,
pero no mucho -, si yo echara los brazos m�s atr�s en una posición que ning�n hombre
supondr�a sospechosa, una peque�a c�psula entre mis omoplatos se romper�a y
terminar�a conmigo en el acto. Sin embargo, t� podr�as estar golpe�ndome la espalda
todo el d�a sin conseguir romperla.
- Esto... �es usted un asesino, se�or?
- �Yo? �Cómo podr�a serlo, en mi trabajo? Pero todos los nuestros que se hallan en
posiciones de m�xima exposición est�n cargados... es lo menos que podemos hacer por
ellos. Adem�s, llevo una bomba en mi vientre - se palmeó el abdomen -, que puede
llevarse conmigo a un n�mero considerable de personas si lo considero conveniente.
- Yo hubiera podido utilizar una de �sas la otra semana - dije enf�ticamente.
- Est�s aqu�, �no? No menosprecies tu suerte. Si necesitas una, la tendr�s. - Se
levantó y se dispuso a irse -. Mientras tanto, no te hagas ninguna idea especial acerca de
ser seleccionado como ejecutor. El grupo de evaluación psicológica deber� decidir si eres
apto, y son hombres duros de convencer.
Pese a sus palabras, segu� pensando en ello, por supuesto, aunque dej� de
preocuparme. Poco despu�s me dedicaron a trabajos de menor importancia, y pas� [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • juli.keep.pl
  • Drogi użytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.